Regresar y besar el santo, ¿cómo estás digiriendo el éxito de tu vuelta a las tablas del Gran Teatro?
La verdad que disfruto bastante más por mi gente que por mí. Después de terminar un trabajo y consigo lo que quiero, ya el premio como que me da un poco igual. El primer premio ya no me motiva lo que me motivaba antes, eso sí, disfruto mucho viendo a los míos. Para mí es más importante que el trabajo quede terminado como yo le tenía en la mente, que yo vea el producto como lo tenía en el coco, y eso al final es lo que más me llena. Y evidentemente, que tenga resultado con el público.
En líneas generales, ¿cómo valoras el concurso de este año?
Sinceramente, no soy el más adecuado para evaluarlo porque yo no soy de ver el concurso de ‘pe a pa’. Ha llegado un punto de mi vida carnavalesca en el que no escucho mucho carnaval, sino lo justo y necesario para poder valorar. Por lo que yo he escuchado, mi opinión es contraria a la de muchos periodistas que dicen que ha habido un nivel bajo. Yo no lo creo porque en comparsas las cuatro que he escuchado han sido punteras, y según me han dicho ha habido tres o cuatro más que también están muy bien. En chirigotas, las cuatro que he escuchado también me parecen buenas, han sido agrupaciones que otros años no han pasado de semifinales y este año se han colado en la final. Para nada creo que sea un nivel bajo.
¿Al chirigotero le basta con hacer gracia o hay que exigirle que cante bien?
Hoy en día la chirigota tiene que estar afinada. El único que se puede permitir ese privilegio es José Luis García Cossío, El Selu, que ha creado un estilo y se lo ha ganado a pulso. Excepto este caso, que se lo ha ganado a pulso, una chirigota tiene que ir afinada, como mínimo a dos voces, tenor y segunda.
Como autor de Carnaval, ¿cuáles son los principales valores que crees que tienes que transmitir?
En cuanto a repertorio, yo tengo una cosa muy clara que creo que lo demuestro todos los años. Tengo dos puntos débiles en cuanto al público: los niños y los padres de los niños. Mi enfoque a la hora de escribir es que el niño se divierta con lo que escucha, y el padre se divierta con lo que entiende. Hay otros que prefieren darle un punto más claro, pero yo intento que el doble sentido y la ironía permanezcan al cien por cien en el repertorio. Eso a veces provoca que la gracia no esté en la cara de la gente, pero se intenta.
El día 20 os juntáis dos expertos del doble sentido en el Gran Teatro, el Canijo de Carmona y tú…
Nos admiramos mutuamente, tenemos gran amistad, y en su momento me confesó que valoraba mucho mi trabajo y que me admiraba. Y él para mí, es lo más grande. Conseguir lo que ha conseguido siendo de donde es y obtener los premios que ha obtenido escribiendo como escribe demuestra que es muy grande.
Tienes una especial vinculación con Cádiz, ¿cómo evalúas el famoso artículo que restringe a los grupos cantar en otros concursos diferentes al de Cádiz?
Yo creo que el gaditano, en términos generales, es lo que piensa y lo está llevando a cabo. Yo he vivido en primera persona cómo se manifiestan componentes de una agrupación y gente por la calle de Cádiz Cádiz, y es la opinión general. El gaditano no quiere que la gente venga de fuera, el gaditano quiere que eso sea de Cádiz, y de la gente de Cádiz. Ni más ni más menos. La prueba está en que este año ha podido pasar la peor agrupación que he escuchado yo en mi vida, sin excusa ninguna, Los herederos del Levante, y no se le ha cerrado el telón porque es de Cádiz. Ahí demuestra el gaditano que eso lo quiere el gaditano para Cádiz. Ellos provocaron que eso fuera un concurso con 200 y pico de agrupaciones de toda Andalucía y parte de España, y ahora están provocando que sea al contrario. Creo que la solución no era esa, pero tampoco me perjudica.
Pero ha perjudicado al concurso de Huelva, porque muchas agrupaciones buenas han dejado de venir
Pero va a llegar un punto en el que tanto Sevilla como Córdoba van a tener que volver aquí porque en Cádiz le van a seguir cerrando las puertas. El gaditano ahora mismo tiene muy claro que estaba entrando gente de todos lados, y están cerrando puertas a cal y canto. El gaditano no quiere más Sevilla, ni más Córdoba, ni más Málaga, ni más nada. El gaditano quiere Cádiz, Cádiz y Cádiz. A mí, te insisto, no me perjudica. Mis momentos de Cádiz los he vivido y disfrutado ya, y aunque se abra el concurso mi chirigota no va a ir más a Cádiz.
Volvemos a Huelva, ¿cómo te posicionas en el eterno debate del Carnaval de calle?
No soy componente de las reuniones ‘fopistas’. Hace mucho tiempo que veté a la Fopac, no por su trabajo, que me parece súper digno, siempre los apoyo incondicionalmente en lo que puedo, pero considero que respecto a la calle hay que ser un poco más prácticos y darse cuenta que la calle de Huelva no funciona de la manera que están intentando. Y creo que no va a funcionar. Entonces, soy un convencido total de que el Carnaval de Huelva es el teatro, y lo debemos de gestionar a partir de ahí, a partir de la calle del Gran Teatro, y cuando hay un día de descanso en el concurso hay que provocar un carnaval de calle en esa misma calle, donde está la carpa, donde está el ambiente, y donde se huele a Carnaval en Huelva. Hay que crear en la calle Vázquez López un Carnaval los días de descanso del concurso. Soy partidario de que la cabalgata, o se hace bien o no se hace. Lo que se ha hecho este año es la porquería más grande de la historia de las cabalgatas de todas las historias, con dos carrozas prestadas del Ayuntamiento de Cartaya. Es la vulgaridad más gorda que se ha hecho. No puedes obligar a los grupos a hacer el ridículo, porque entonces no estamos vendiendo un Carnaval, lo que estamos vendiendo es una porquería. Le estamos poniendo la pelota botando a todo aquel que está loco por criticar el Carnaval. Si no se hace cabalgata, no pasa nada. Se hizo un pasacalles el sábado que quedó de categoría, los grupos disfrutaron mucho y el público más. Entonces, ¿por qué coño tenemos que provocar una cabalgata semejante sin necesidad ninguna?
En Carnaval se cantan y cuentan muchas cosas, ¿para qué sirve?
Está claro que el Carnaval es la fiesta de la libertad y la tenemos que utilizar para expresarnos libremente, lo más libremente posible. El político, yo creo que escucha, y es importante que siempre esté en la protesta, aunque el político no le eche cuenta, porque el político en sí no le echa cuenta a nada ni a nadie, pero sí es cierto que la protesta tiene que estar ahí, y que se vea que el pueblo utiliza la fiesta para lo que realmente es. Para protestar, vender lo que no quiere y lo que quiere. Las protestas se tienen que escuchar, aunque sirva para poco, pero es importante que no queden sin decir. De todas formas, el político ni le echa cuenta al Carnaval ni a nadie.
¿Cómo va el proyecto de la Escuela de Carnaval que tienes con Raúl Barneto?
Tenemos un proyecto que no somos capaces de llevarlo a cabo. Tenemos muy poco apoyo. Es una escuela pensada a conciencia, con titulación y todo. Empezamos con una empresa que ha tenido problemas y se ha disuelto sin aviso de ningún tipo. Parecía que se olía una informalidad. Es como cuando ves a un tío de lejos y dices me da la sensación de que ese chaval es tonto, y cuando lo conoces te das cuenta de que es tonto. Pues esto es igual. De todos modos, esta escuela es necesaria y positiva. Primero, porque va a llevar una titulación, y hay varias ramas en la que provocamos que el niño que valga para una cosa valga para otra. Se aprendería desde coser un disfraz, a maquillaje, crear un tipo, pintar un forillo y fabricar un atrezzo, crear una música, escribir una letra, tocar la guitarra, la caja, el bombo, cantar en segunda, en tenor, en octavilla, en contralto… El que no sirva para una cosa lo vamos a dirigir a otra y a todo el mundo vamos a tratar de probarlo en todo.
¿Eres de los que ya está pensando en el tipo de 2014, o tu cabeza toma un descanso?
Claro que ya tengo algo pensado.
¿Y me puedes contar algo?
Sí, pero no para que lo publiques...
http://andaluciainformacion.es/huelva/283425/la-cabalgata-de-este-ano-ha-sido-la-porqueria-mas-grande-de-la-historia/
No hay comentarios:
Publicar un comentario